El Iguana era tan sá
dico, tan perverso, tan malvado, que ni muerto deja tranquilos a los que había aterrorizado en vida. La investigación de una ambiciosa periodista americana desenterrará supersticiones, pasiones y miedos que aún siguen muy vivos. Trillo y Mandrafina, dos grandes de la historieta sudamericana, nos sirven un genial retrato del totalitarismo bañado con ironía y humor negro.
























No hay comentarios:
Publicar un comentario